Enfoque comteporaneos de la democracia diapostiva from Vivian Clemente
ENFOQUES
CONTEMPORÁNEOS DE DEMOCRACIA
En este orden de ideas es preciso
señalar que el sistema "democrático realmente existente" deja mucho
que desear y muestra las profundas grietas de separación de la democracia
política de aquellos aspectos relacionados con la democracia social y
económica. La exclusión social, la pobreza que padecen dos tercios de la
humanidad y el cada vez mayor poder de las multinacionales y el uso de la
fuerza y de los medios de comunicación planetarios para mantener este orden
injusto deben llamar nuestra atención sin descuidar, por supuesto, lo que la
mayor parte de autores contemporáneos que trabajan el tema señalan como un
aspecto muy importante de dicho debate que está ubicado en el dilema democracia
representativa/democracia directa. Las aproximaciones a ese tema se han hecho
desde ópticas teóricas e ideológicas muy diversas (republicanismo, liberalismo
clásico, comunitarismo, etc.), pero todas ellas comparten la idea de que las
relaciones entre representación y participación constituyen un eje nodal de las
definiciones sobre la democracia y de los retos políticos que enfrenta
actualmente. En un reciente artículo, Boaventura de Souza Santos y Leonardo
Avritzer plantean que durante la segunda mitad del siglo XX el modelo liberal
representativo se convirtió en hegemónico por circunstancias que no es del caso
detallar aquí, pero que en las últimas tres décadas otras fórmulas han ganado
mucho terreno (la democracia participativa en sus varias versiones), producto
de la crisis que el modelo clásico ha experimentado en años recientes
(tensiones entre representación y ejercicio de la ciudadanía, entre democracia
y exclusión, distancia entre representantes y representados, pérdida de
centralidad de la política, etc.).
La existencia de los partidos
políticos es consustancial a los regímenes democráticos representativos, pero
no es exclusiva de ellos; hay ejemplos históricos y actuales de los llamados
sistemas de partido único o la presencia –clandestina o cosmética- de partidos
en regímenes autoritarios y totalitarios. No obstante, en general, la discusión
sobre los partidos políticos suele circunscribirse a los regímenes democráticos.
La democracia como principio de legitimidad postula que el
poder deriva del "demos", el pueblo, y se basa en el consenso
verificado, no presunto, de los ciudadanos.
La
discusión sobre la definición acerca de la democracia está atravesada por
diferentes debates. Desde los antiguos griegos hasta Rousseau, se pensaba a la
democracia como democracia directa, en la cual los ciudadanos ejercen el
derecho a la participación en la toma de decisiones sin intermediación. La
democracia se asocia desde entonces con soberanía popular, voluntad general e
interés común. Esta concepción tradicional de la democracia se articula en
torno al protagonismo central del pueblo concebido como soberano, como un todo
homogéneo y capaz de producir una voluntad colectiva. Los protagonistas de este
tipo de democracias son los sujetos, capaces de identificar aquello que constituye
el bien común. Estas concepciones fueron elaboradas para sociedades simples y
apenas industrializadas.
Pero con la aparición
de sociedades más complejas, de masa, con mayor diferenciación, la democracia
directa presenta una imposibilidad objetiva. Por tanto, el proceso de
surgimiento de estas nuevas sociedades fue acompañado por modificaciones en la
teoría de la democracia, en la que se incorporarán los mecanismos de la
representación y la dimensión vertical, esto es, la constitución de autoridad.
La democracia empieza a ser pensada como representativa frente a la
imposibilidad del autogobierno. En el concepto de democracia moderna -a diferencia de los antiguos- se
incorpora el tema de la división entre la titularidad y el ejercicio del poder,
el principio de la mayoría, el constitucionalismo y la representación política.
Se habla entonces de democracia representativa, régimen que acompaña la
conformación de un Estado liberal-constitucional. Si bien el término liberalismo
y su derivado liberal, son de cuño relativamente reciente, autores como Locke,
Montesquieu, Madison, Hamilton, Constant, pasando por Tocqueville y Stuart
Mill, podrían considerarse liberales en tanto han hablado de un Estado
controlado, liberal, constitucional. Tocqueville, por su parte, adiciona el
concepto de democracia social al incorporar la idea igualdad, del ethos
igualitario. Equipara libertad e igualdad: con la democratizan se supone una
sociedad cuyo ethos implica que sus miembros son social mente iguales, es decir
una sociedad caracterizada por la igualdad de condiciones.
Lo largo de esta
historia, varios son los modelos de democracia discutidos a partir de la
conformación de sociedades complejas, de masas, con economía de mercado, donde
la democracia debe ser pensada en su forma representativa. Nos referiremos
brevemente a algunos de estos modelos, aquellos que han primado en el debate
contemporáneo: el modelo competitivo elitista, el modelo pluralista y la
democracia participativa.
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