lunes, 22 de julio de 2013

Enfoque contemporáneos de la democracia


Enfoque comteporaneos de la democracia diapostiva from Vivian Clemente
ENFOQUES CONTEMPORÁNEOS DE DEMOCRACIA

En este orden de ideas es preciso señalar que el sistema "democrático realmente existente" deja mucho que desear y muestra las profundas grietas de separación de la democracia política de aquellos aspectos relacionados con la democracia social y económica. La exclusión social, la pobreza que padecen dos tercios de la humanidad y el cada vez mayor poder de las multinacionales y el uso de la fuerza y de los medios de comunicación planetarios para mantener este orden injusto deben llamar nuestra atención sin descuidar, por supuesto, lo que la mayor parte de autores contemporáneos que trabajan el tema señalan como un aspecto muy importante de dicho debate que está ubicado en el dilema democracia representativa/democracia directa. Las aproximaciones a ese tema se han hecho desde ópticas teóricas e ideológicas muy diversas (republicanismo, liberalismo clásico, comunitarismo, etc.), pero todas ellas comparten la idea de que las relaciones entre representación y participación constituyen un eje nodal de las definiciones sobre la democracia y de los retos políticos que enfrenta actualmente. En un reciente artículo, Boaventura de Souza Santos y Leonardo Avritzer plantean que durante la segunda mitad del siglo XX el modelo liberal representativo se convirtió en hegemónico por circunstancias que no es del caso detallar aquí, pero que en las últimas tres décadas otras fórmulas han ganado mucho terreno (la democracia participativa en sus varias versiones), producto de la crisis que el modelo clásico ha experimentado en años recientes (tensiones entre representación y ejercicio de la ciudadanía, entre democracia y exclusión, distancia entre representantes y representados, pérdida de centralidad de la política, etc.).
La existencia de los partidos políticos es consustancial a los regímenes democráticos representativos, pero no es exclusiva de ellos; hay ejemplos históricos y actuales de los llamados sistemas de partido único o la presencia –clandestina o cosmética- de partidos en regímenes autoritarios y totalitarios. No obstante, en general, la discusión sobre los partidos políticos suele circunscribirse a los regímenes democráticos.
La democracia como principio de legitimidad postula que el poder deriva del "demos", el pueblo, y se basa en el consenso verificado, no presunto, de los ciudadanos.
La discusión sobre la definición acerca de la democracia está atravesada por diferentes debates. Desde los antiguos griegos hasta Rousseau, se pensaba a la democracia como democracia directa, en la cual los ciudadanos ejercen el derecho a la participación en la toma de decisiones sin intermediación. La democracia se asocia desde entonces con soberanía popular, voluntad general e interés común. Esta concepción tradicional de la democracia se articula en torno al protagonismo central del pueblo concebido como soberano, como un todo homogéneo y capaz de producir una voluntad colectiva. Los protagonistas de este tipo de democracias son los sujetos, capaces de identificar aquello que constituye el bien común. Estas concepciones fueron elaboradas para sociedades simples y apenas industrializadas.
Pero con la aparición de sociedades más complejas, de masa, con mayor diferenciación, la democracia directa presenta una imposibilidad objetiva. Por tanto, el proceso de surgimiento de estas nuevas sociedades fue acompañado por modificaciones en la teoría de la democracia, en la que se incorporarán los mecanismos de la representación y la dimensión vertical, esto es, la constitución de autoridad. La democracia empieza a ser pensada como representativa frente a la imposibilidad del autogobierno. En el concepto de democracia moderna -a diferencia de los antiguos- se incorpora el tema de la división entre la titularidad y el ejercicio del poder, el principio de la mayoría, el constitucionalismo y la representación política. Se habla entonces de democracia representativa, régimen que acompaña la conformación de un Estado liberal-constitucional. Si bien el término liberalismo y su derivado liberal, son de cuño relativamente reciente, autores como Locke, Montesquieu, Madison, Hamilton, Constant, pasando por Tocqueville y Stuart Mill, podrían considerarse liberales en tanto han hablado de un Estado controlado, liberal, constitucional. Tocqueville, por su parte, adiciona el concepto de democracia social al incorporar la idea igualdad, del ethos igualitario. Equipara libertad e igualdad: con la democratizan se supone una sociedad cuyo ethos implica que sus miembros son social mente iguales, es decir una sociedad caracterizada por la igualdad de condiciones.

Lo largo de esta historia, varios son los modelos de democracia discutidos a partir de la conformación de sociedades complejas, de masas, con economía de mercado, donde la democracia debe ser pensada en su forma representativa. Nos referiremos brevemente a algunos de estos modelos, aquellos que han primado en el debate contemporáneo: el modelo competitivo elitista, el modelo pluralista y la democracia participativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario